Lóndres será la sede de las semifinales y la final de la Eurocopa 2020, un torneo que se desarrollará en varias ciudades de Europa en un formato novedoso para conmemorar su 60 aniversario. España también tendrá su parte de protagonismo con la elección de Bilbao en la votación cuyo resultado se ha hecho público hoy en Lausana.
Será el estadio londinense de Wembley el que decida quiénes luchan por el título y qué selección se corona como campeona de Europa. Por su parte, San Mamés, el moderno estadio del Athletic, inaugurado en 2013, acogerá tres partidos de la fase de grupos y uno de octavos de final.
Además, la UEFA ha designado a otras once ciudades: Munich, Bakú, San Petersburgo y Roma, que albergarán los encuentros de cuartos de final además de tres duelos de la fase de grupos; y Copenhague, Bucarest, Amsterdam, Dublín, Budapest, Bruselas y Glasgow, ciudades que, como Bilbao, serán sede de un partido de octavos y tres de la primera fase.
Londres era, sin lugar a dudas, la gran favorita para albergar el paquete que incluía la final y las semifinales, y no ha habido sorpresa. La capital británica, uno de los centros financieros más importantes del mundo, es también la urbe más poblada de Europa.
Se ha impuesto en una carrera en la que partía con ventaja a Munich, la otra candidata a albergar los últimos partidos de la Eurocopa 2020. En Alemania ya habían asumido hace tiempo el triunfo inglés e incluso su Federación se comprometió a apoyar a Londres si Inglaterra hacía lo mismo con la candidatura germana para la Euro de 2024.
Hablar de fútbol en Londres es hacerlo de Wembley. Un estadio moderno, inaugurado en 2007 y emplazado donde se situaba el antiguo e histórico estadio que llevaba el mismo nombre. Costó más de mil millones de euros y ha acogido dos veces la final de la Liga de Campeones, unos Juegos Olímpicos y en 2015 sera una de las sedes del Mundial de rugby. Es el hogar habitual de la selección inglesa de fútbol y cuenta con capacidad para más de 90.000 espectadores.
Si Londres acogerá las semifinales y la final, Munich tendrá que conformarse con albergar un partido de cuartos y tres de la fase de grupos. Es la capital de Baviera, una de las regiones económicamente más importantes de Alemania. El estadio será el Allianz Arena, otra joya de la arquitectura deportiva, inaugurado en 2005. Supuso una inversión de más de 350 millones de euros y ya ha sido sede del Mundial de Fútbol de 2006, así como de una final de la Liga de Campeones. Es la casa del Bayern, uno de los equipos más importantes del fútbol mundial, y tiene capacidad para más de 70.000 espectadores.
De entre todas las ciudades elegidas, la que parece tener menos lazos con el fútbol europeo es Bakú. La capital de Azerbayán es el símbolo del país caucásico, sustentado en la bonanza económica originada en sus importantes yacimientos de gas y petróleo. A partir de ahí, las autoridades deportivas nacionales están insistiendo en los últimos años en potenciar su protagonismo en el deporte mundial. Bakú ya quiso estar en la carrera por los Juegos Olímpicos de 2020 y organizará los Juegos Europeos en 2015. Los dos inconvenientes que presenta de cara a la Eurocopa son las cuatro horas de diferencia horaria respecto a Londres y los en torno a 4.000 kilómetros que separan Bakú de la mayoría de las 12 sedes restantes.
2015 será también el año de la inauguración del nuevo Estadio Olímpico, con capacidad para 69.000 espectadores y que ha costado más de 700 millones de euros.
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