El equipo azulgrana conquistó el campeonato por 23ra vez en su historia, a falta de una fecha para el final. Messi ganó su séptimo torneo doméstico, antes de encarar nuevas cotas en un final de campaña que podría encumbrar de nuevo al Barsa y a "La Pulga" la cima del fútbol mundial.
La victoria simultánea del Real Madrid, 4-1 en cancha del Espanyol, no sirvió para nada al cuadro merengue, que cerró la 37ma fecha con cuatro puntos de desventaja respecto al nuevo campeón.
Messi fue nuevamente el artífice del triunfo del Barsa, que ha conquistado siete de los últimos 11 campeonatos en disputa y cantó el alirón en la primera temporada al timón de Luis Enrique.
Luis Enrique evitó aclarar si seguirá o no al frente de la nave azulgrana: "Es evidente que me gustaría que sea el principio de un ciclo. No lo sé. Nos quedan dos finales. Hasta que no acabe la temporada no me pronunciaré sobre mi futuro", declaró el estratega.
Los azulgranas tienen ahora opción de lograr un histórico triplete en caso de ganar también la final de la Copa del Rey contra el Athletic de Bilbao el 30 de mayo en su propio estadio y la de la Liga de Campeones el 6 de junio, en Berlín frente a la Juventus.
"La Champions es más prestigiosa pero la liga es más importante. Hemos sido los mejores con diferencia", esgrimió el mediocampista Sergio Busquets.
"Sabíamos que iba a ser un año difícil tras no ganar en el anterior", explicó el argentino Javier Mascherano. "Pudimos superar las adversidades. El equipo ha sido regular y revertimos la desventaja inicial con el Madrid".
Su compañero Jordi Alba también se acordó del mal inicio de año, antes de que el equipo lograra 18 victorias en las últimas 20 fechas. "Nos daban por muertos y hemos hecho una temporada magnífica", opinó.
Messi, que luego debe disputar la Copa América con Argentina, marcó a los 65 minutos el único tanto del partido, bagaje suficiente para un Barsa que hilvanó seis fechas seguidas con victoria y tan solo necesitaba otro triunfo más para convertir en intrascendente el resultado del Madrid, así como la última fecha programada.
Los merengues golearon al Espanyol con triplete incluido de Cristiano Ronaldo (59, 83 y descuentos), pero quedaron con 89 puntos en la tabla de posiciones y sin margen para alcanzar las 93 unidades que cuenta el Barsa.
Marcelo (79) marcó el otro tanto del equipo de Carlo Ancelotti, quien afronta un futuro incierto en la entidad merengue tras conquistar solo la Supercopa Europea y el Mundial de Clubes en su segunda campaña como técnico.
"Me gustaría ganar la liga la temporada que viene", dijo Ancelotti.
El uruguayo Christian Stuani (73) niveló transitoriamente por el Espanyol con su 11ra diana del torneo.
Con una fecha pendiente, Cristiano permanece como máximo artillero con 45 goles por los 41 de Messi, aunque el portugués, actual Balón de Oro, tendrá pocas opciones de revalidar el galardón ante el resurgir de Messi, cuatro veces premiado con el trofeo.
El Barsa dominó en el arranque, aunque no atinó en el remate. Messi, omnipresente en las definiciones, puso a prueba la seguridad de Jan Oblak con dos zurdazos y un cabezazo primero, y luego impactó el travesaño en tiro libre forzado por Dani Alves, quien también probó fortuna desde larga distancia.
Los azulgranas alcanzaron el descanso con un empate que les valía el campeonato, pero percibieron el peligro en el arreón local tras la reanudación, en que el uruguayo Diego Godín cabeceó alto un tiro de esquina en posición ventajosa y Fernando Torres disparó centrado a las manos del chileno Claudio Bravo.
Apareció entonces Messi para decantar la balanza con un golazo en que el Barsa recuperó y durmió la pelota lo justo para que el argentino filtrara un pase a Pedro Rodríguez, controlara su devolución en el área y, rodeado de contrarios, ubicara el remate con delicadeza junto al poste.
Pudo sentenciar el Barsa en el tramo final, pero Neymar disparó a la grada un excelente servicio al contragolpe de Messi, y Pedro tampoco encontró el arco en un cañonazo ligeramente alto.
A falta de pocos minutos, Messi forzó otra excelente atajada de Oblak con un tiro libre directo envenenado, preludio de un tenso final y celebración azulgrana en cancha del Atlético, que sigue tercero con 77 puntos, tres de ventaja sobre el cuarto Valencia, que igualó 1-1 contra Celta de Vigo.
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