MOSCÚ (Reuters) - El estadio para el Mundial de más reciente construcción, el Otkrytie Arena, fue inaugurado el miércoles en Moscú por el presidente del país, Vladimir Putin.
El estadio, en el noroeste de la capital rusa, será la sede del club más famoso de la ciudad, el Spartak, y también albergará partidos de la fase final del Mundial de 2018.
Putin llegó en helicóptero, acompañado por el ministro ruso para el Deporte, Vitaly Mutko; el alcalde de Moscú, Sergey Sobyanin; y Leonid Fedun, propietario del Spartak de Moscú, que financió el estadio.
El jefe del Estado ruso realizó un recorrido por el estadio, que tiene en la actualidad una capacidad para 42.000 espectadores. También se reunió con veteranos del Spartak y jugadores juveniles.
Antes de marcharse, Putin firmó un balón, que será colocado en el museo del club.
"Este estadio es ideal para uno de los clubes más amados de Rusia", dijo Putin. "La construcción de estadios como este ayuda al desarrollo del país", añadió.
La construcción del estadio, en la que se tardó siete años, costó 15.000 millones de rublos (314 millones de euros).
La capacidad puede aumentarse hasta 45.000, algo que preferiría la FIFA. El estadio también albergará la Copa Confederaciones en 2017.
El primer partido del Spartak en su nuevo estadio será el 5 de septiembre, cuando el club jugará un amistoso contra el Estrella Roja de Belgrado.
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